Aquí os dejo comentado el fragmento de "Contador, gracias".
Contador, gracias
IGNACIO ARROYO 13/10/2010
La noticia del posible dopaje de Alberto Contador ha dado la vuelta al mundo y suscita reflexiones en ámbitos tan diversos como el deporte, la salud, la nutrición, la educación, la economía, la política, la moral y la justicia. Y es conveniente que así sea, porque a la figura mediática del personaje, reciente trivencedor del Tour, se une la naturaleza polivalente de la actividad deportiva. Ello explica que la sociedad trate con la máxima atención el desenlace de la noticia. ¿Contador es un héroe o un villano?
Las reflexiones que siguen no pretenden responder a pregunta tan compleja, sino acercarnos a dos aspectos nucleares de la cuestión.
El primero es quién va a juzgar a Contador. Es posible que el asunto se enjuicie primero por las autoridades deportivas, en este caso la Unión Ciclista Internacional (UCI) y según el Código de la Asociación Mundial Antidopaje (AMA), y posteriormente, si hay condena, por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). Pero no será enjuiciado por un órgano judicial. Repárese que las controversias deportivas, salvo casos de trascendencia penal, quedan fuera de la justicia ordinaria: todos los contratos entre ciclistas y sus equipos respectivos, y entre estos y la Federación competente, incluyen una cláusula de estilo que somete cualquier diferencia al arbitraje.
COMENTARIO DE TEXTO: “CONTADOR, GRACIAS”
Este artículo de opinión, escrito por Ignacio Arroyo para El País, se centra en un hecho de gran actualidad en los últimos días. El gran ciclista y tricampeón del mítico Tour de Francia ha dado positivo en un control de dopaje, ello ha llevado a que nos replanteemos desde muchos ámbitos de la vida la importancia de un deporte justo y sano y para ello Contador será juzgado no por órganos judiciales, sino por otras instituciones deportivas tales como la UCI, la AMA, y el TAS. De manera que podemos resumir el tema del presente texto en un significativo titular: un juicio justo no solo al deportista en particular, sino al deporte en general.
Dado que nos encontramos ante un fragmento del citado artículo de opinión, no podemos hablar de que haya una clara división en introducción, desarrollo y conclusión; pero sí podemos diferenciar claramente:
- Una introducción, que abarcaría los dos primeros párrafos, en ellos se nos presenta la importancia en la sociedad actual de casos de dopaje deportivo y el hecho de que una persona pueda pasar de un héroe capaz de llevar a cabo semejante hazaña deportiva a un villano que ha mentido no solo a los seguidores de este deporte sino a toda una sociedad que lo ve como ejemplo de deportista a seguir. Además en el segundo párrafo el autor nos incita a que realmente reflexiones sobre dos cuestiones que a continuación se plantean.
- Un desarrollo o nudo, que se corresponde con el último de los párrafos que aparecen en este extracto. En él el autor invita a que reflexiones sobre dos asuntos, pero solo aparece uno de ellos, ya que como hemos dicho anteriormente se trata de un extracto. La primera de estas reflexiones es el hecho de que haya sido o no verdad el dopaje de Contador, no será un juez el que lo juzgue, si no que las instituciones deportivas llevan a cabo su propio juicio a través de árbitros cualificados para ello.
Como podemos ver la estructura que presenta este artículo periodístico es inductiva, ya que parte de un caso concreto, el dopaje de Contador, para que reflexionemos sobre la justicia deportiva. Por ello mismo debemos aclarar que nos encontramos ante un texto de naturaleza argumentativa, puesto que no pretende únicamente informarnos sobre un hecho que ha acontecido en el mundo del deporte, sino que su intención es que emitamos un juicio paralelo y personal sobre lo que realmente ha sucedido en este caso de supuesto engaño deportivo. Y lo cierto es que decimos “supuesto” porque, a pesar de que algunos medios deportivos, sobre todo extranjeros, se empeñen en demostrar que, efectivamente, hay sustancias ilegales en los análisis de sangre de Alberto Contador, la dosis de estas sustancias es tan mínima que podría deberse perfectamente a la carne importada que según el deportista consumió antes de la carrera.
Lo cierto es que a pesar de todo, en este caso hay intereses de otros países, como es el caso de EEUU, que defiende a ultranza a otro de sus deportistas Armstrong. Dado que en el deporte, la política pesa más de lo que la gran mayoría de los ciudadanos quisiéramos, tal vez sería más justo que se llevara a cabo un juicio por vía ordinaria, para asegurar la claridad también en el mismo proceso, puesto que si se condena que no haya habido una actuación limpia por parte de Contador, esperemos que si lo haya por parte de aquello que para esta circunstancia se erigen como árbitros.
No podemos olvidar que a pesar de que este caso nos duela más, puesto que era uno de los grandes deportistas que en los últimos tiempo proporcionaba más alegrías al ya glorioso deporte español, es necesario que se lleve una condena si fueran ciertas las sospechas que han dado la luz, ya que todos luchamos diariamente para que la sociedad y los jóvenes aprendan la importancia de unos valores universales como el juego respetuoso o la competencia sana y el no consumo de sustancias prohibidas que den ventajas a unos sobre otros.
Y ello me trae a la memoria un pasado nada halagador en el que los dopajes y argucias para que estos no fueran descubiertos pasaban ya lo límites de la condición humana. Por todo lo dicho, me parece muy acertado que el autor saque el tema a colación para que tengamos en cuenta que el juicio, para bien o para mal, debe llevarse a cabo, siempre y cuando haya algún resquicio de duda.
Como podemos observar, el tema que parece de candente actualidad, es ya un clásico que se viene repitiendo en el escenario deportivo, y que a pesar de todos los pesares seguirá existiendo, y ello a pesar de que carreras tan gloriosas queden destruidas o en el ostracismo de la memoria de los seguidores del deporte en general. Además nos lleva a reflexionar sobre cuán fácil se pasa de la gloria al olvido, así como de lo breve y fugaz de la fama.